La comida peruana se ha consolidado en el mapa gastronómico mundial. Con restaurantes con estrellas Michelin en Lima y en ciudades de todo el mundo, cada vez más gente conoce las delicias culinarias de Perú.
Aunque es estupendo probar la comida de un país lejano en tu propia ciudad, nada supera a los viajes culinarios: conocer un país a través de tus papilas gustativas. En esta serie de blogs culinarios, le presentaremos algunos de los platos emblemáticos de Perú que le harán reservar un vuelo y una mesa en cuanto aterrice.
LA CAUSA – MUCHO MÁS QUE PURÉ DE PATATAS
La patata. La mayoría de la gente sabe que esta humilde raíz es originaria de Perú. El país cuenta con casi 3.000 variedades de todas las formas, tamaños y sutiles distinciones de sabor, por lo que no es de extrañar que la patata sea un elemento básico de la cocina peruana, y que se utilice en muchos platos.
Cuando se piensa en el puré de patatas, a menudo se piensa en un plato pesado, con almidón y seguramente servido caliente. Así que encontrarse con la causa es una sorpresa para todos los sentidos. En primer lugar, ¡quién iba a decir que el puré de patatas podía ser tan estético! La causa se compone de atún o pollo, con un suave y sedoso puré de patatas y una capa de verduras, a menudo aguacate. Las coloridas capas se cubren a menudo con salsas y otras guarniciones vibrantes.
Al probarlo, se encuentran más sorpresas. Tanto la causa como la papa rellena se sirve fría, y las capas están aromatizadas con delicados toques de lima y ají amarillo, el delicioso y sabroso chile anaranjado omnipresente en la cocina peruana. El resultado es un sabor ligero y refrescante. Nada de la pesadez o sordidez que se podría esperar del puré de patatas. Un bocado que atraviesa las capas, resulta en una explosión de sabores en la boca.
La causa es un clásico limeño, que se disfruta especialmente en verano, a menudo como aperitivo compartido antes del plato principal. Le resultará difícil encontrar dos iguales, como se ilustra en nuestras fotos. A veces le presentarán un tronco de causa, para cortar y compartir, a menudo una única causa redonda, y a veces un trío de obras maestras intrincadas y exquisitamente presentadas, ¡que casi le rompe el corazón al cortarlas! Esta es una de las grandes cosas de la cocina de fusión peruana, en constante evolución. Cada chef toma las recetas clásicas y les da su propio toque.